Los académicos Nilay Saiya y Stuti Manchada publicaron en la revista Sociology of Religion de Oxford Academic, en mayo, un estudio que revela que los países africanos registran el mayor aumento del cristianismo de todo el mundo, pese a la creciente persecución religiosa y la falta de apoyo gubernamental a la Iglesia que caracteriza al continente.
El estudio titulado “Paradoxes of Pluralism, Privilege, and Persecution: Explaining Christian Growth and Decline Worldwide” (Paradojas del pluralismo, el privilegio y la persecución: explicando el crecimiento y el declive cristiano en todo el mundo) analizó en 166 países la correlación entre el crecimiento del cristianismo y el apoyo de los gobiernos a las Iglesias cristianas.
La investigación realizada entre 2010 y 2020, concluyó que los 10 primeros países con mayor aumento del cristianismo son de África: Tanzania, Malawi, Zambia, Uganda, Ruanda, Madagascar, Liberia, Kenia, República Democrática del Congo y Angola.
Saiya y Manchada precisaron que de los 10 países, solo tres: Kenia, Tanzania y Zambia, ofrecen algún tipo de apoyo estatal a los cristianos, y el resto es bajo o nulo. Cabe destacar que ningún país africano figura en la lista de países donde más se ha registrado el declive del cristianismo.
De forma paradójica, los países que tienen un fuerte apoyo al cristianismo por parte del Estado presentaron un declive más rápido de la población cristiana. Entre ellos están República Checa, Bulgaria, Letonia, Estonia, Albania, Moldavia y Serbia. Otros países donde el cristianismo está en declive son Alemania, Lituania y Hungría.
El estudio argumenta que los cristianos que viven su fe en entornos difíciles de persecución o donde hay un mayor pluralismo, se ven obligados a competir con otras religiones para sobrevivir.
“En estos entornos [duros], los cristianos no pueden darse el lujo de volverse complacientes”, indicaron. “Por un lado, el pluralismo significa que el cristianismo debe competir activamente con otras tradiciones religiosas para ganar y mantener seguidores. Por otro lado, la persecución puede, paradójicamente, a veces fortalecer el cristianismo al profundizar los lazos de fe y reforzar la solidaridad entre los cristianos”, agregó.
Asimismo, hallaron que la variable más determinante para la vitalidad cristiana es el grado en que los gobiernos brindan apoyo oficial al cristianismo, a través de sus leyes y políticas.
El apoyo del gobierno y el declive del cristianismo
El 6 de mayo, la revista evangélica “Christianity Today” publicó un artículo titulado “Proof That Political Privilege Is Harmful for Christianity” (La prueba de que el privilegio político es dañino para la cristiandad), donde Saiya afirma que la investigación realizada entre 2010 y 2020 busca desafiar la creencia de que la ciencia, la tecnología y la educación resultan en el declive del cristianismo.
Señaló que otros académicos sugieren que la causa del declive religioso es la acumulación de riqueza. “Se cree que el aumento de la prosperidad libera a las personas de tener que buscar un poder superior para satisfacer sus necesidades diarias. En otras palabras, hay un vínculo directo entre la opulencia y el ateísmo”, dijo.
Por el contrario, “mi coautor y yo desafiamos la sabiduría percibida de que la educación y la opulencia presagian la desaparición del cristianismo”. El estudio sostiene que el cristianismo creció en África, no porque goce de una posición privilegiada con el Estado, sino porque tiene que competir con otras tradiciones religiosas en igualdad de condiciones, dijo.
En el artículo, Saiya dijo que con que en el estudio que realizó con Manchada, se halló que “a medida que aumenta el apoyo gubernamental al cristianismo, el número de cristianos disminuye significativamente”.
“La mayor amenaza para la vitalidad cristiana no es la persecución, la opulencia, la educación o el pluralismo. Es el apoyo del estado”, afirmó. “Paradójicamente, al cristianismo le va mejor cuando tiene que valerse por sí mismo”, agregó.
Saiya señaló que en la actualidad “hay casi 700 millones de cristianos en África, lo que lo convierte en el continente más cristiano del mundo en términos de población”; y observó que los 10 países con mayor aumento cristianos “están ubicados en África subsahariana”.
Explicó que de todos ellos, solo Tanzania, tiene un nivel de apoyo oficial a la religión que está en el promedio mundial; y en el resto de los casos, incluidos Kenia y Zambia, el apoyo al cristianismo está por debajo de tal promedio. Por el contrario, en 9 de los 10 países con el declive más rápido de cristianos en el mundo, sus gobiernos dan un apoyo moderado a alto a las iglesias cristianas.
Indicaron que ese privilegio incluye la financiación del Estado para fines religiosos; el acceso especial a las instituciones estatales; y las exenciones de las regulaciones impuestas a los grupos religiosos minoritarios.
Saiya dijo que las iglesias apoyadas por los estados, a menudo se ven privadas de la sustancia espiritual que las personas que practican la fe encuentran valiosas; y afirmó que esta problemática lleva a los laicos a abandonar el cristianismo. Los académicos señalaron que esto ocurre en los países de mayoría católica donde la Iglesia Católica goza de privilegios estatales.
Explicó que durante gran parte del siglo XX, países como Portugal, España, Bélgica e Italia ofrecieron un fuerte apoyo a la Iglesia Católica Romana y discriminaron activamente a los no católicos en las áreas de derecho de familia, radiodifusión religiosa, política fiscal y educación.
“Si bien el privilegio católico en estos países se ha debilitado en muchas partes de Europa”, el ámbito religioso sigue desequilibrado significativamente, sobretodo en las barreras que existen para el ingreso de “nuevos movimientos religiosos”, dijo.
Tambien, dijo que el estudio halló que los contextos de discriminación anticristiana generalmente no debilitan el cristianismo, sino que “en algunos casos, la persecución incluso fortalece a la iglesia”.
“Al igual que una sana competencia religiosa, la persecución religiosa, por razones completamente diferentes, no permite que los cristianos se vuelvan complacientes”, dijo y explicó que los creyentes recurren a su fe como una fuente de fortaleza cuando son perseguidos por su fe, y que esa devoción atrae a los no creyentes.
Finalmente, Saiya dijo que con el estudio buscan instar a las instituciones de fe a evitar la tentación del privilegio y no ver la competencia religiosa como una amenaza y algo que debe ser excluido.
Sostuvo que ello no significa que los cristianos se segreguen de la vida pública y abandonen la política por completo, sino que exhorta “fuertemente a los cristianos” a no equiparar “los planes de Dios” con “cualquier partido político, ideología política o nación”.
“Nuestra investigación sugiere que la mejor manera para que las comunidades cristianas recuperen su testimonio del evangelio es rechazar la búsqueda del privilegio político, por ser incompatible con las enseñanzas de Jesús”, subrayó Saiya.
“Al hacerlo, ellos [los cristianos] mostrarían que se toman en serio la promesa de Cristo de que ninguna fuerza podrá prevalecer contra su iglesia”, dijo y afirmó que rechazar los privilegios hará que los creyentes dependan más del Espíritu Santo para abrir los corazones al mensaje del Evangelio.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en ACI África.
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