En Tarraco, la antigua Tarragona romana, quizá desembarcó San Pablo en su anunciado viaje a Hispania, o quizá lo hizo en otro puerto, pero sin duda fue uno de los puntos de entrada del cristianismo en Hispania y una de las sedes de sus primeras comunidades.
Ahora, el Patronato de Turismo de la ciudad y el Museo Bíblico trabajan para preparar una “ruta de los primeros cristianos”, que enlace varios de sus puntos de interés:
– el hermoso anfiteatro junto al mar, donde en 221 d.C. fueron torturados y quemados el obispo San Fructuoso y sus diáconos Eulogio y Augurio; se consideran los mártires más antiguos que tengamos documentados en Hispania; se convirtió en lugar de culto cristiano
– la Necrópolis de Tarragona, donde querían ser enterrados los primeros cristianos, cerca de los mártires (habría que re-excavar la basílica martirial)
– la villa-mausoleo de Centcelles, a 7 kilómetros, con su hermosa cúpula con pinturas cristianas del siglo IV
– la antigua acrópolis (parte alta) de la ciudad, donde estaba el templo al Emperador, hoy está la catedral, el seminario y el Museo Bíblico
Daniel y los leones en la cúpula de Centcelles
Un proyecto para aprovechar lo que ya hay
La concejal de Turismo de la ciudad, Laura Castel, anuncia que «en breve» saldrá a licitación la redacción de un proyecto que servirá como punto de partida. «No nos estamos inventando nada, es algo que ya existe, pero por lo que nunca se había apostado, y que ahora queremos explotar», afirma.
El director del Museo Bíblico, Andreu Muñoz, impulsor de la propuesta, dice que «el objetivo es intentar revitalizar una ruta que de facto está creada y activa», explica. No obstante, según reconoce presenta «deficiencias importantes».
«Tarragona es de las capitales referentes en el patrimonio paleocristiano y aquí tenemos documentados los mártires más antiguos de la península», explica Muñoz.
Necrópolis de Tarragona (foto de Manel Antolí)
Buena parte del trabajo debería realizarse en la Necrópolis de Tarragona, un complejo funerario poco conocido por el público. «Se convirtió en una gran zona de peregrinaje, con gente de todas partes que venía a venerarlos», explica el director del Museu Bíblic en el Diari de Tarragona. Puesto que está tapada la gran basílica martirial, con los restos del obispo San Fructuoso, debería reexcavarse para que el público pudiera conocerla.
Centcelles, a 7 kilómetros de la ciudad, tiene una asombrosa cúpula con mosaicos de escenas bíblicas paleocristianas que usan valiosas teselas doradas: se pueden reconocer el Buen Pastor, el Arca de Noé, la Resurrección de Lázaro, los tres jóvenes en el horno, el ciclo de Jonás, la petición de mano de Rebeca, Abraham sacrificando a su hijo, el profeta Daniel en la fosa de los leones y Adán y Eva.
Muñoz insiste en que para conocer la historia del cristianismo en España hay que visitar Tarragona: “lo que pasa es que nunca se lo han acabado de creer y necesitas coger a una empresa que lo traslade en un plan de mercado», añade.
La escena de Jonás en la cúpula paleocristiana de Centcelles
Una ruta mayor que enlace el Císter, el Pirineo, Manresa, Montserrat…
Incluso se está planteando esta propuesta para enmarcarla dentro de un ámbito más amplio, a nivel catalán, que permita crear una ruta de turismo religioso. Tarragona quiere presentarse como el kilómetro cero de una ruta que podría llegar a las iglesias de los Pirineos, la ruta del Cister y Ripoll. Enlazaría también con una Ruta Ignaciana (la Cueva de Manresa), que entronca con Montserrat. Y debería incluir la Sagrada Familia, un monumento que en 2019 recibió 4,5 millones de visitantes.
«Imagínate autocares de gente venida de todo el mundo que pudiera pasarse una semana recorriendo cada uno de estos espacios», anima Andreu Muñoz en el diario tarraconense.
Este vídeo muestra cómo era la Tarraco imperial, especialmente la acrópolis donde hoy está la catedral
https://www.religionenlibertad.com
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