La Cena Pascual evolucionó durante los siglos de su celebración. En tiempo de Cristo parece que contenía los siguientes elementos, cada uno de los cuales tenía un significado especial para los judíos. El primero en importancia era el cordero, que era sacrificado en el templo. Toda la sangre le era sacada; el mandato del Señor de que ninguno de sus huesos fuese quebrado, era seguido cuidadosamente. Era asado en un asador en forma de cruz con ramas de granado, y les recordaba a los judíos el cordero cuya sangre había salvado a sus antepasados en el tiempo del Éxodo. El nombre “pesaj” (Pascua: “paso de largo”) era aplicado en particular al cordero, así como a la liberación de los egipcios y la fiesta en general. El pan ázimo “matzás” era llamado el pan de aflicción porque estaba hecho de harina y agua únicamente. Representaba el pan hecho por los judíos durante su presurosa huida de Egipto cuando no tuvieron tiempo de fermentarlo con levadura. La división de un solo pedazo de matzás entre los presentes simbolizaba la unidad.
Las hierbas amargas, sumergidas en vinagre –maror– les recordaba la amargura de su esclavitud y sufrimiento en Egipto. También estaban las harosés, que eran una mezcla de manzanas, nueces, canela y vino, con su color rojizo recordaba la argamaza usada por los judíos en la construcción de palacios y las pirámides de Egipto, durante sus siglos de esclavitud. Elemento fundamental es el vino: bebido de una sola vasija, como el pan ázimo, expresaba la unidad del pueblo, su hermandad como hijos de Abraham y como herederos de la promesa. Se beben cuatro copas durante el curso de la comida porque el libro del Éxodo anota cuatro palabras diferentes, todas significando redención habladas por Dios cuando El mandó a Moisés liberar a los judíos. Las bendiciones de la comida eran una expresión de gracias a Dios por sus obsequios a ellos, un símbolo de su reconocimiento de que todo lo que tenía venía del Señor y debía serle regresado. La historia de la liberación de Egipto “la hagadah” era triunfalmente relatada del libro del Éxodo. La palabra “hagadah” significa “decir” Dios había ordenado que esta historia se mantuviera viva entre ellos: “Dirás entonces a tus hijos en ese día (Pascua): Esto es en memoria de lo que por mí hizo Yavé al salir de Egipto”. (Ex 13,8). Los salmos del Halel eran cantados como una oración de acción de gracias y alabanza a Dios porque liberó a los judíos.
Todos eran elementos de la cena pascual en tiempos de Cristo: cordero al horno, vino tinto o jugo de uvas si se prefiere, el matzás (pan sin levadura).El jaroses (mezcla de manzanas molidas, nueces picadas, canela y pasas). Las hierbas amargas (rábanos, ó raíz fuerte). Las hierbas verdes (perejil, berros ó apio), y agua salada (se puede convinar con vinagre). También nos referiremos a los siguientes alimentos que servirán para completar la cena. Son comunes en la dieta de los habitantes del Cercano Oriente y ayudan a mantener el carácter tradicional de la comida, mas no son esenciales. Puede haber libertad para hacer adiciones o substituciones en estas comidas complementarias, pues no hay ninguna comida especial descrita. Son los siguietes: arroz, col cocida, té, y la fruta o postre.
También explicaremos las recetas que usaban y que se usan para elaborar las diferentes comidas ceremoniales. Primero, el cordero asado: de ser posible, úsese un cordero entero. Deberá asarse, ya sea al aire libre, en un asador o en un horno. El cordero, de acuerdo con la costumbre, deberá estar atado al asador en forma de cruz; si es necesario, este puede ser puesto después de haber sido asado el cordero. El simbolismo cristiano del cordero se remarcará si el cordero es llevado a la mesa en un asador de este tipo. Si el cordero entero es demasiado para el grupo de participantes, puede sustituirse por una pierna del mismo. (Nota: cuando se este asando el cordero untarlo con una brocha con agua de sal, no hacerlo antes para que no se endurezca, hacerlo poco a poco para que se impregne). Después el matzás: en caso de desearlo, se podrá hacer la matzá en casa. Se requieren tres matzás grandes para la ceremonia de distribución a todo el grupo y algunas más pequeñas para cada persona. Para ello añadir 4 tazas de harina integral y 1 taza de agua tibia. Luego mézclense la harina y añada el agua caliente. Amásese la harina golpeando la masa durante quince minutos. Emparéjese con un rodillo hasta formar una lámina muy delgada; córtese con un cortador circular de aproximadamente 6 cms. de diámetro y colóquese en una hoja de hornear galletas engrasadas. Colóquese otra hoja de galletas directamente arriba de las matzás para evitar que se enrosquen. Después hay que hornear a 375 grados Fº durante 20 minutos. Estas proporciones son suficientes para tres matzás grandes, que serán usadas en la ceremonia, (de aproximadamente 12 cms. de diámetro) y cuatro docenas de matzás chicas, aproximadamente de 6 cms. de diámetro. Para decoración podrá trazarse una cruz sobre la masa antes de hornear. Las matzás pueden adquirirse, ya listas para comerse, en tiendas de abarrotes y supermercados antes de la semana Santa Judía. Pueden comprarse por cajas. Y por último las jarosés. Utilícese una cantidad de manzanas suficientes para servir al grupo. Se picarán la mitad de las manzanas y la otra mitad se molerán. Mezclar las manzanas picadas y molidas y añadir la nuez picada, canela, pasas y vino.
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Celebración de la Cena Pascual“, de Mons. Mario De Gasperín.
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