El hallazgo de una iglesia de principios del siglo IV en una importante ciudad del imperio de Aksum «confirma la tradición etíope de que el cristianismo llegó en una época muy temprana a esta zona»; en concreto, en la época de Constantino. Es decir, el mismo momento del comienzo de su mayor expansión por Europa y Oriente Medio
La iglesia descubierta recientemente en Etiopía, que data de hace más de 1.700 años (comienzos del siglo IV), ofrece «hasta donde yo sé las pruebas físicas más tempranas de una iglesia» en esta región y en todo el África subsahariana. Lo afirma Aaron Butts, profesor de Lenguas Semíticas y Egipcio de la Universidad Católica de Washington.
Este hallazgo, dado a conocer en diciembre en la revista Antiquity, «confirma la tradición etíope de que el cristianismo llegó en una época muy temprana a esta zona», situada a más de 4.000 kilómetros de Roma. Así se recoge en una reseña del artículo original publicada en la revista Smithsonian.
El edificio fue descubierto por un equipo de arqueólogos durante unas excavaciones entre 2011 y 2016 en Beta Samati, una antigua ciudad descubierta en 2009 y que estuvo habitada de forma continua durante 1.400 años, entre el 750 a. C. y el 650 d. C. aproximadamente.
Cristianos desde Constantino
La ciudad, por tanto, perteneció tanto a la civilización preaksumita como al imperio aksumita que se desarrolló posteriormente. Una hipótesis –afirma el artículo de Smithsonian– apunta a que el edificio, con forma de basílica romana y planta rectangular de 18 por doce metros, fue primero una construcción civil, reconvertida posteriormente en templo.
Gracias a este descubrimiento, los investigadores «pueden estar más seguros en fechar la llegada del cristianismo a Etiopía en el mismo marco temporal» del comienzo de su mayor expansión por Europa y Oriente Medio, después de que Constantino pusiera fin a la persecución en el año 313.
«El hallazgo sugiere que la nueva religión se expandió rápidamente a través de redes comerciales a larga distancia que conectaban el Mediterráneo con África y el sur de Asia a través del mar Rojo», continúa la publicación del Museo Smithsonian. Esto «arroja nueva luz sobre una época significativa de la cual los historiadores saben poco».
La «venerable» cruz
Según el líder del equipo de arqueólogos, Michael Harrower, de la Universidad John Hopkins, el imperio de Aksum «fue una de las civilizaciones antiguas más influyentes del mundo», pero «sigue siendo una de las menos conocidas». Las excavaciones que se están llevando a cabo en Beta Samati, que en el idioma local significa «el lugar donde se hacen audiencias», «ayudan a completar vacíos importantes en nuestra comprensión» de estas civilizaciones.
En la basílica y sus alrededores se han descubierto artefactos tanto seculares como religiosos, incluyendo un anillo de oro, figuritas de ganado, cruces, incensarios, sellos y fichas probablemente destinadas al comercio. También un colgante de piedra en el que hay grabada una cruz y la palabra del etíope antiguo «venerable». Cerca del muro oriental del templo se encontró una inscripción pidiendo el favor de Cristo.
El conjunto «muestra una compleja confusión de tradición y comercio secular con prácticas paganas y cristianas que necesita una mayor investigación», concluyen los autores. Futuras excavaciones podrían clarificar temas tan interesantes como «el ascenso de una de los primeros sistemas políticos complejos de África, el desarrollo de sus conexiones comerciales, la conversión del politeísmo al cristianismo y finalmente el declive del imperio de Aksum».
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