800 años después del encuentro entre San Francisco y el sultán, hablamos de la presencia de los Frailes Menores en Rodas, la isla griega que probablemente visitó San Francisco en su viaje a Tierra Santa
La isla de Rodas, la más grande delas islas del archipiélago griego del Dodecaneso, famosa por el Coloso de Rodas – una de las siete maravillas del mundo antiguo – y lugar abierto al turismo de playa. También es uno de los lugares donde la Custodia de Tierra Santa está presente activamente.
La presencia cristiana en la isla tiene raíces muy antiguas: ya San Pablo, en torno al 58 d.C. recaló en sus orillas durante su regreso desde Chipre, donde se había empezado a profesar el Cristianismo. La nueva religión se estableció rápidamente en toda la isla, tanto que en los concilios ecuménicos de los primeros siglos se relata la presencia del arzobispo de Rodas que más tarde, en el siglo IV, se convierte en metropolita de doce diócesis y, después, en promotor de la unión entre la Iglesia Griega y la Latina. Según una reconstrucción histórica, al ser Rodas un puerto de paso obligatorio, en 1219 también San Francisco habría pasado por la isla durante su viaje hacia el encuentro con el sultán en Damieta.
En concreto, la historia de la presencia franciscana se entrelaza con la católica: los frailes menores llegaron a Rodas siguiendo a los cruzados, a principios del 1300. Esto se demuestra por el hecho de que fue precisamente un franciscano, el padre Pietro da Pleine Chassaigne, el primer legado apostólico nombrado por el Papa para “Rodas y Oriente”. Al principio, la presencia franciscana estaba ligada a los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, llamados después Caballeros de Rodas, que más tarde tomaron el nombre de la isla que les acogió tras su huida de Rodas, Malta. Durante más de dos siglos, aumentó el número de católicos y la construcción de iglesias. Fue gracias a una donación de uno de los caballeros que obtuvieron la primera iglesia, que todavía se conoce con el título de Santa maría de la Victoria, y que posteriormente fue destruida. En 1522, con la derrota de los Caballeros a manos de los sarracenos, también los franciscanos tuvieron que dejar la isla para refugiarse en la misión de Constantinopla, pero siguieron frecuentándola para realizar celebraciones religiosas gracias a los salvoconductos, en lengua turca, que aún se conservan en los archivos.
En 1743 se construyó la nueva iglesia de Santa María de la Victoria, que posteriormente se amplió hasta convertirse en lo que es actualmente: la iglesia madre de la comunidad católica presente en Rodas. Durante la época de presencia italiana, a comienzos del siglo XX, el número de católicos creció hasta alcanzar, en 1935, los 10.000 entre militares y ciudadanos. La historia de ese periodo está recogida en documentos, testamentos, certificados y otros escritos, confiados, transcritos y custodiados por los franciscanos. Misión de la Provincia umbra de los frailes menores hasta 1972, el convento de Rodas y las demás iglesias relacionadas, pasan a la Custodia de Tierra Santa ese año y hasta hoy siguen en manos de los franciscanos de la Custodia. Actualmente la parroquia, rodeada por la iglesia de San Francisco, la de Santa Ana en Ixia y la capilla del cementerio católico de la isla de Cos, ha cambiado su configuración adaptándose a la realidad actual de la isla. Desde los años 60 del siglo XX, de hecho, el turismo de masas ha crecido de manera exponencial y la presencia de los frailes de la Custodia se ha vuelto importante tanto para preservar y apoyar la representación católica local, compuesta por personas procedentes de muchas partes del mundo, como para la atención pastoral a los muchos turistas que llegan en el periodo estival.
En 2004, gracias a la iniciativa del actual párroco, fray John Luke Gregory, discreto y delegado de la Custodia de Tierra Santa, se inauguró una nueva temporada para los católicos locales. En este trabajo estuvieron involucrados una docena de laicos de varias nacionalidades y formación diversa, que asisten a la parroquia desde siempre, a los que se encomendaron numerosas responsabilidades. Las actividades de la parroquia actualmente son múltiples y en ella existen varios grupos: Cáritas, que atiende especialmente a las distintas actividades caritativas en las que participa la parroquia, la Orden Franciscana Seglar, reconstituida recientemente, después de 70 años de “parada”, la Legión de María, un grupo de oración carismática y un grupo de personas que organiza todos los años un festival musical junto a los cristianos ortodoxos.
“El trabajo desarrollado este año ha sido mucho” comentó fray John Luke, “pero sin el grupo de hombres y mujeres que trabajan a mi lado todos los días, haríamos la mitad por los emigrantes, los pobres, los católicos locales y por los que piden información desde todas partes del mundo. En la colaboración y la delegación en los laicos he descubierto una dimensión importante, que para mí es realmente el futuro de la Iglesia”.
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